La ANSIEDAD es una emoción psicobiológica básica adaptativa, que la compartimos con los animales, cuya función es la de avisarnos de los peligros presentes o futuros y de buscar, mediante las conductas apropiadas, la superación de dicha situación peligrosa. La duración de la ansiedad estará relacionada con la magnitud del problema que la desencadenó.
Por lo tanto se puede decir que la ansiedad es una respuesta NORMAL ligada al instinto de conservación de la especie.
Pero la ansiedad puede convertirse en PATOLÓGICA cuando es una respuesta exagerada, que no necesariamente está ligada a un peligro externo y que puede resultar incapacitante para el individuo, interferir en su vida social, laboral y familiar y producir un sufrimiento prolongado y obsesivo con temores inadecuados.
La ANSIEDAD AUMENTADA Y PERSISTENTE se comunica directamente con el concepto de estrés.
La palabra «stress» significa tensión o estiramiento excesivo en términos de la Ingeniería, que luego fue tomado por las Ciencias Sociales para nombrar a una serie de demandas excesivas que amenazan a una persona en su bienestar y su integridad.
En los comienzos de los estudios sobre el estrés se consideraba que todos los acontecimientos negativos eran de por sí estresantes, pero luego se vio que un mismo acontecimiento no provocaba la misma respuesta en diferentes personas.
El estrés es un síndrome (conjunto de síntomas y signos) y es una combinación de 2 factores:
1) los hechos del ambiente
2) nuestros pensamientos y la interpretación de los hechos (la valoración)
Los dos factores interactúan entre sí provocándonos una activación psicofísica (ver cuadro) y muchas veces emociones desadaptativas (disfuncionales) tales como la ira, la ansiedad, la depresión, etc.
Los sucesos que vivimos son el primer paso, pero los pensamientos que tengamos acerca de los sucesos (la interpretación de los hechos) y la articulación entre ambos serán el “trampolín” hacia el estrés.
Dijimos que las personas aumentan la intensidad de la ansiedad cuando consideran que no disponen de los recursos adecuados para enfrentar una situación. Entonces, para actuar sobre el estrés debemos:
1. Revisar nuestra interpretación y valoración de los hechos (evaluar si hay peligros reales o peligros pensados/imaginados a futuro).
2. Reconocer cuáles son los recursos que necesito para AFRONTAR dichas situaciones, recursos que si no tengo tendría que buscar la forma de proveermelos, solo o con ayuda.
Y cuáles son los recursos que una persona dispone para afrontar las situaciones estresantes? (1)
– Recursos materiales y económicos
– Recursos vitales: salud y energía
– Recursos psicológicos: creencias positivas
– Técnicas de solución de problemas
– Habilidades sociales
– Apoyo social
(1) (Lazarus & Folkman, 1986; Stone, Greenberg, Kennedy-Moore & Newman, 1991).
Cuadro: uv.es