Descubrir las emociones

No hace mucho estábamos bailando con la murga en un corso callejero, cuando una de las bailarinas se acercó muy preocupada a una compañera más experimentada diciéndole: “¿Qué tengo? Se me escapan lágrimas y la piel se me está erizando:¿no estaré enferma?”. Y su compañera le contestó “No. Simplemente estás emocionada”. En este caso, la experiencia le fue útil porque la bailarina descubrió que tenía emociones. Si bien falta más información para diagnosticar un cuadro de alexitimia, al menos podemos apreciar en este caso uno de sus síntomas: la dificultad para diferenciar las sensaciones corporales de las emociones.

Todas las personas tienen sentimientos y emociones, sólo que algunas tienen dificultades para reconocerlas y/o aceptarlas. Hay quienes no están seguros sobre si están o no enamorados: no pueden reconocer el amor. Hay quienes dicen no experimentar sentimientos de envidia o de odio: no pueden aceptar que tienen tales sentimientos “execrables”. Y frecuentemente logran reconocerlos o aceptarlos cuando, como en el caso de la bailarina, alguien de afuera se los dice.

Pablo Cazau

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