La resiliencia en la mitología griega

Por Pablo Cazau
Según la mitología griega, Hera, esposa del supremo Zeus, sabía que él la engañaba permanentemente y tenía muchas razones para odiar a todos los hijos de su esposo que nacían de aquellas infidelidades.
Su odio se concentró especialmente en uno de aquellos bastardos, de nombre Hércules. Siendo un bebé, Hera envió a su cuna dos serpientes venenosas pero quedó impresionada porque el pequeño, que tenía fuerzas sobrehumanas, las ahorcó con sus poderosas manos.
Hera entendió que no podía matarlo pero sí hacerlo sufrir toda su vida y lo hizo enfrentándolo a los más variados peligros que Hércules resolvía siempre exitosamente, aunque también con mucho sufrimiento.
Cuando Hera se enteró que Hércules se había casado y tenía dos bellos hijos, no pudo soportar que él fuera feliz y le envió un hechizo que lo hizo volver loco por una noche, ocasión en la que Hércules mató a toda su familia.
Consumido por la culpa, consultó al oráculo de Delfos para averiguar cómo liberarse de ella, y el oráculo le contestó que la penitencia que lo liberaría de la culpa era la realización exitosa de doce trabajos enormemente difíciles.
Por ejemplo en su primer trabajo debía matar al león de Nemea, representación simbólica de los instintos criminales del hombre, y en su segundo trabajo destruir a la hidra de Lerna, representante de los apetitos y placeres mundanos, una serpiente de aliento venenoso con muchas cabezas que se regeneraban cuando se las cortaba.
Hércules tuvo éxito y, en cada caso, salía más fuerte que antes porque en el primer caso se protegió con la piel del león muerto y en el segundo construyó flechas con el veneno de la hidra.
La resiliencia es la capacidad de enfrentar situaciones críticas, y salir fortalecido.