La meditación comenzó a considerarse una herramienta terapéutica gracias al Dalai Lama.
«Los meditadores tienen más materia gris en aquellas zonas del cerebro relacionadas con el control de las emociones». dice la Dra. Eileen Luders, autora del estudio publicado en la revista Neuroimage.
¿Cómo llegan los meditadores a generar más materia gris? «Al igual que cuando alguien entrena sus músculos, algunas áreas del cerebro deben crecer cuando las usas intensamente».
Sostiene: «La mayoría de los meditadores tienen habilidades sobresalientes con respecto a la autorregulación de sus emociones; es para ellos más fácil mantener la estabilidad emocional y tener un comportamiento centrado, tal como elegir con sabiduría sus respuestas o reacciones. Además, los meditadores son reconocidos por su extremadamente positiva mirada sobre la vida; es habitual para ellos ver, en lugar de la parte vacía, la mitad llena del vaso».
El siguiente paso es rechazar las emociones negativas como si fueran un alimento envenenado. Sin contemplaciones, se trata de un acto firme de disciplina y voluntad, tolerancia cero con ese odio o envidia que carcomen la paz interior. Esto es, según Khenpo, como una purificación de los componentes tóxicos de la mente.«Y el tercer paso es el de la transformación liberadora, una reconexión desde la calma, que tampoco se dirige hacia el exterior pero tiene efecto sobre él. La herramienta principal es la práctica de alguno de los distintos tipos de meditación que, básicamente, combinan relajación mental con ejercicios de respiración. La forma más reconocida es focalizar la mente en un objeto exterior, que pueden ser una luz o una imagen. Aunque el maestro recomienda seis prácticas diarias, reconoce que con una al levantarse, antes del desayuno, también se obtienen resultados pacificadores sobre la mente. » (2)
«Cuando cambia la mente cambia todo, no solo porque se ve al mundo de otra manera sino porque el cambio de uno provoca cambios en los demás. Para terminar con el odio y las emociones destructivas no podemos usar el odio y las emociones destructivas. No podemos matar a una persona como medio para lograr que esa persona deje de matar. Por la fuerza no se alcanzan los cambios. Buda nunca usó armas. Tampoco Cristo ni Mahatma Gandhi ni la madre Teresa de Calcuta. La paz y la transformación de las emociones negativas se alcanza por medios pacíficos, como la meditación, que es un instrumento de transformación interior».
Efectos de la meditación en el cerebro
El lado izquierdo de esta región está asociado a las emociones positivas y al estado de calma. Con la meditación, se crea un estado afectivo positivo y disminuye la ansiedad y la cólera. Aumentan los niveles de GABA, un neurotransmisor, que implica menor distracción por los estímulos exteriores lo que amplifica la concentración.
El Hipotálamo regula el medio interno del organismo, controla parámetros como la tensión arterial, la temperatura y el ritmo del corazón. Procesa las emociones. La meditación reduce las frecuencias cardiaca y respiratoria y la tensión arterial. Aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor cuyo déficit está asociado a la depresión.
Lóbulo parietal
Regula el sentido de sí mismo y la orientación física. En él se genera una imagen tridimensional del cuerpo en el espacio y proporciona la ubicación espacial. Distingue entre el individuo y el exterior.
La meditación genera la pérdida de la sensación de unicidad y del espacio-tiempo.
Sistema Límbico
Es la región encargada de procesar las emociones. Formada por el hipocampo, la amígdala y el hipotálamo.
Con la práctica meditativa, aumenta la receptividad emocional y la visualización de imágenes. Estimula la producción de endorfinas, drogas producidas por el organismo y con ellas se reduce el miedo, se produce sensación de felicidad y euforia. (1)
La clave de la meditación:
«CUANDO SURJA UN PENSAMIENTO PREGÚNTATE A TÍ MISMO: «QUIEN TE DIJO ESO?» ENTONCES RESPÓNDETE: «LA MENTE»». Stephen H. Wolinsky (3)
Fuentes:
(1) El Mundo
(2) La Nación
(3) S. H. Wolinsky «El Tao de la Meditación»