¿Alguna vez te pasó?

Efecto Lucifer: Siempre fuiste una persona buena y moralmente irreprochable, pero bajo ciertas circunstancias se volviste sádico y violento.
Efecto Forer-Barnum: Estás asombrado de lo bien que te describen las características de tu signo del zodíaco, pero no sabés que esas mismas características describen muy bien a personas de otros signos.
Efecto Halo: Te creés que porque alguien es simpático también es bondadoso, o que porque Maradona es genial como jugador también lo será siendo director técnico.
Efecto Pigmalion: Si te tratan como a un joven te vas a terminar creyendo joven, o si te admiran por tu inteligencia te comportarás como alguien más inteligente.
Efecto Golem: Si te tratan despectivamente, terminarás haciendo todo como para que te rechacen y te traten más despectivamente. Es lo contrario del efecto Pigmalion.
Efecto Placebo: Te tomaste un remedio trucho pero que te mejoró porque creíste que era un remedio auténtico.
Efecto nocebo: Estás enfermo y estás empeorando porque creés que el remedio falso te va a hacer mal. Es lo contrario del efecto placebo.

La repetición no implica mayor veracidad

Solemos tomar en cuenta la frase del filósofo Epícteto que decía que lo que perturbaba a las personas no eran los hechos sino la interpretación que hacía de los mismos. Nuestra opinión, nuestros pensamientos acerca de los hechos, serán quienes tengan una influencia decisiva sobre nuestras emociones y sobre nuestras conductas.

Solemos también reconocer que tenemos pensamientos llenos de distorsiones, de errores. Pensamientos basados en creencias, algunas veces disfuncionales, que nos llevarán a padecer desde malestares hasta verdaderos trastornos.

La Psicología Cognitiva ha difundido las distorsiones cognitivas más frecuentes. Para profundizar en el conocimiento de estas distorsiones podemos recurrir a las FALACIAS de la Lógica, falacias que se utilizan muchas veces en Derecho y en Política.

Una FALACIA (o sofisma) es un razonamiento incorrecto pero que aparenta ser correcto. Se apoya en la Lógica y en la Teoría de la Argumentación, aparenta ser válido pero solo es persuasivo, es decir, no es válido pero intenta aparentar serlo.

Una falacia es la llamada “Argumentum ad náuseam”. Es un tipo de razonamiento, expresamente dirigido a persuadir en las emociones de quienes escuchan.

Consiste en que un razonamiento, repetido hasta el hastío (ad náuseam) intenta convencer de su veracidad al receptor que lo escucha. La persona creerá así que una afirmación tiene más probabilidades de ser cierta o aceptada como verdad cuantas más veces la haya oído.

Pero por mucho que algo se haya repetido y que se haya puesto mucho esfuerzo en ello, esto no hace que la afirmación sea más real o verdadera.

Esta falacia viene de la falsa creencia de que si alguien dedica mucha energía en la repetición de un mensaje es porque éste tiene más probabilidades de ser cierto.

Reconozcamos cuántas veces hemos escuchado ad náuseam ciertas afirmaciones (en nuestra historia familiar, a lo largo de nuestra trayectoria educativa, cuando nos hemos vinculado con amistades o parejas, o a través de la propaganda ideológica – religión y política-.) y recordemos que, tal como nos marca esta falacia, que la repetición no implica mayor veracidad.

Sobre el perfeccionismo

 

El rompecabezas

 

El perfeccionismo es la creencia de que hay una forma elevada y perfecta de ser y hacer, una línea que debo alcanzar por debajo de la cual todo lo que haga será imperfecto o un fracaso. Es la creencia de que existe un estado perfecto de las cosas y yo debo alcanzarlo, porque lo perfecto es tomado como sinónimo de felicidad, éxito, aprobación o amor.

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